La convergencia entre OT (tecnología operativa) e IT (tecnología de la información) está transformando la industria. Equipos antes aislados ahora generan datos útiles en tiempo real, mejorando la eficiencia, trazabilidad y mantenimiento. Este cambio permite decisiones más inteligentes y procesos más conectados, aunque también plantea retos como la ciberseguridad o la interoperabilidad. El futuro industrial ya no es solo físico: también es digital.